domingo, 12 de septiembre de 2010

Renuncia


Llegó confuso y lanzó su historia al vacío. Esa y varias otras tardes renació. Y como revivió, tomó palabras de todos los universos y cada vez que abrió los ojos, todos los idiomas leyó, todos, menos los de un corazón que de antemano lo mató. Recurriendo, murió a latidos como por redundante error; tantas veces como vidas vivió, la tragedia del corazón lo encontró, lo empujó al vació, lo balaceó; lo mató por costumbre tantas veces que la misma constante replicó deforme, tanto como el reencarnó.

Supo derretir su alma tantas veces como murió, porque murió con cada palabra, con cada silencio y hasta por la sinrazón; murió con el tiempo y con la ausencia y con cada esquivo momento; pero todas esas veces murió de amor.

Antelando a la tarde aciaga de un sarcástico reencuentro, a sabiendas de su disfuncional circuito, optó por retar al destino, prefirió recrear algo diferente, degradante acaso, y de golpe se suicidó.

Sólo la noche sabe si esa muerte lo perdonó…
http://www.youtube.com/watch?v=UjUmQRrPN9I

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