sábado, 21 de agosto de 2010

Te dejare pensar


Será cuando tú quieras, por que empezará por ti, o para ti. Te haré pensar para tomar tu mano, tirar firmemente de ella y tomarte por la cintura, abrazaré más fuerte para hacerte respirar profundamente, te besaré en exquisito silencio. Me abrazarás con fuerza, cual si no quisieras dejarme ir. Yo, gustaré del sabor de tu boca, combatiré tus ansias con mis manos, apretaré un poco, lo haré más fuerte cada vez y jugaré con tu paciencia mordiendo tus labios. Sabré que lo disfrutas porque aguardarás a tu quijada acomodar. Llegará un respiro, gozaré de tu aliento y buscaré tu perfume. Respiraré de tu cuello y volveré para buscar tus ojos perderse en los míos. Te besaré más fuerte. A vuelta de un suspiro gozaré de tu sonrisa y jugaré a bailarte, con las manos a girar y analizar tu cuerpo. Provocaré mis manos a saber más, mis dedos bajo tu ropa, siguiendo tu contorno. En intrépida secuencia, aprenderé tu gusto con mi tacto, instándote a adoptar caricias, entrelazaré nuestras manos, izquierda a derecha, un paso más y volver a abrazar, un poco menos y me podrás tentar. Nuevamente tu perfume, provocado, decido morder tu cuello lentamente, delicadamente, aplicando de vez en vez un rasguido, un breve pellizco de mis dientes en tu cuello, voy a más. Porque al sentir tu mano en mi pecho me aventuro a tu esencia. Dejándome llevar, acaricio tus senos con mis dedos, dejo atrás el sostén, dejo a mis manos curiosear por tu pecho al tanto de besarte cuidadosamente. Una vuelta más y liberar tu torso, a media desnudez me dejo llevar por tu sonrisa para quedar en igualdad de circunstancias. Tus dedos rozan mi espalda y, de vez en vez, rasgan hasta aligerar mi respiración. Entrado en amor, decido dejarme ser jugado por amagos de besos y pequeños roces de labios, invitándome a seguirte hacia el diván. Sentada en mi pierna me dejas sentir tu calidez, la excitación a más, en la certeza de cualquier movimiento, aprieto tus senos para besarlos delicadamente. Un poco morder, un poco seguir tus pezones con mi lengua, nada igual sin volverte a besar y seguir a tu instinto. Una vez tú, una vez yo. Jugando a provocarnos, jugando a querer ir más allá, no más cinturón para mí, no más amagos hacia ti, mi mano en tu sexo, me abrazas fuerte, tus senos rozando mi pecho, me acabo el perfume en tu cuello, muerdo el lóbulo de tu oreja y respiro profundo, cada vez más cerca, cada vez más alrededor de la fusión, un poco más de juego antes de la desnudez. Ya desnudos me acerco para gustar de tu piel, paso a paso, recorro tu cuerpo con mi lengua, tu pie, tu pantorrilla, tu muslo, tu cadera, tus senos, tu cuello, despacio al regresar. Me detengo, busco tu sazón, encuentro ansioso tu sabor, sabor a ti, un gemido, un rasguño fuerte en mi espalda hasta hacerme sangrar, te disfruto, sigo de menos a más, te dejo pensar hasta saberte en éxtasis, espero un segundo que parece eterno, tus manos juegan conmigo, me dejas saber qué quieres que siga. Te dejaré pensar mientras te gozo desnuda, te dejaré pensar de nuevo. Un segundo y tu mano guiando mi ser al tuyo, estoy en ti, vaivén, secuencia cadenciosa, juego y miradas absortas como si compitiésemos por mirar más adentro uno del otro, cual espectro, las ondas del vaivén se acortan, más intensidad, menos ritmo, más energía, voces cómplices de la pasión, tu piel salada y tu boca mordiendo mi cuello, más ataques en mi espalda, hasta sangrar, violencia, éxtasis, efluvio, humores. Beso profundo para cambiar deseo por amor eterno.

Esquirlas de champagne


Son tus perjumenes mujer,
los que me sulibeyan,
los que me sulibeyan,
son tus perjumenes mujer...

Llegó la contingencia, así le dicen aquí, así la conocerán todos aquellos que osen quererse ganar el pan combatiendo la elusión. Salgo de mi oficina cantando y me imagino tremendo humor, casi respirable, humor, al fin, de mujer. Camino hacia mi coche cantando, rockeando, como vulnerado por una carga emocional incomprensible pero insoportable también. Casi en grunge, nuevo ritmo me aproxima a la felicidad de la insensatez. Me es impropio acotar lo que siento, por que bien oler es sentir y el sentido mismo del olfato se recuerda como se describe. Los perjumenes me sulibeyan, me son prodigio también. Surge en mi la venganza de no tener y los perjumenes me sulibeyan. Irradia la sinrazón, la ignorancia, el desazón de tus perjumenes, mujer. Y me sulibeyan. Y como sigo caminando, sigo cantando, cuatro cuadras de Insurgentes, cuatro lineas adelantadas en una tonadita grunchera. Seventies child, world in my eyes y tus perjumenes me sulibeyan, mujer, ¿me escuchas?

No hace falta querer ver mi propio ser. No necesito ahora ver mi interior, sólo encuentro un resplandor de mi cuando recuerdo lo que me hace temblar el recodar tu aroma, que cuando no lo tengo me desespera.

Y cuando canto, camino y evado las rayitas de la banqueta, mi conciencia me secretea. Se evaporan mis ideas. Se llena de dulce la mar cuando vomita la marea. Se llena de ti mi espacio, por la nariz, cuando me sulibeyas. Se llena mi mente de ti cuando imagino los colores de las botellas de tus perjumenes, cuando imagino tu rostro en rocío y tu dulce aroma, mujer.

Y llego a mi coche, lo abordo. Respiro profundo pero es mi colonia la que lo perfuma, no puedo más recordar, no puedo más que encenderlo y escuchar el disco de Marvin Gaye que deje puesto en la mañana "Let's get it on..." Y sólo entonces, otra vez recuerdo, lo que me significas, lo que son tus perjumenes, mujer.

jueves, 19 de agosto de 2010

Giro eterno

Brilla en mi, Sol y vuelve mañana, cada día si es preciso, cada vez que surques mi cielo que es tuyo, Sol. Mira lo que haces de esta noche, miralo todo de color, mira cómo todo toma forma cuando vuelas a mi alrededor y dame vida, Sol. Girasol. Planta que soy te sigo y tu energía mueve mi savia, mi razón. Muevo gustoso mi ser hacia donde vayas, libremente, sol. Por que cuando cambiaste mi noche por dia, mi obscuridad por color, mi frio por calor, llenaste mi mente de emotivos momentos, recurrentes, gozosos, de emoción. Así me tienes jugando con la libertad de pensamiento y el saber de una vida mejor. Para que cuando se haga la noche recuerde tu brillo y tus ojos y cuanto quiero hacer latir más fuerte tu corazón. Ahora, con tus poderes, haz de mi cuerpo un templo, un icono, una forma geométrica de devoción. Mil voluntades que habitan mi mente te rinden adoración, como planta, como piedra, como humano que soy, ilumina mi vida, brilla en mi, Sol.

jueves, 12 de agosto de 2010

Fosforo


A partir de un sueño trajo la noche y me la brindó. Se escapó de pronto, en un día aciago, en un estigma, en un recuerdo malsano que la intoxicó. Yo le brindé mi mundo y mis versos, no pude más que dejarla tocar mis secretos. La convertí en mi día y mi razón, en alimento del tiempo, en sinónimo de la emoción. Efímera, a la siguiente noche me secó. Siendo hoja seca me dejo volar al destino, sopesando días, extremando cuidados para mi corazón. Y la dejo libre, me pierdo todo lo hermoso que me mostró. Me quedo con su recuerdo y espero, ansioso, que vuelva para siempre, sólo como se me apareció.

domingo, 1 de agosto de 2010

Blanco ciego


Prisionero soy, arrasto cadenas y nombres. En la libertad de un sueño, miré mi sol en tu mente; me vi rompiendo una noche; me supe dueño del tiempo, contigo. Pero arrastré cadenas, me volví a mi encierro embriagado por el miedo. En mi celda, guardándome de todo mal, pensé escuchar un secreto pero mi soledad y mi encierro, mi corazón entero, decidieron guardarse en el viento de la introspección y, como siempre, guardarlo todo en silencio.
Penosamente, fue mi encierro volitivo. Así lo quise yo, así se lo brinde a la vida, a mi vida, asi jugó mi pensamiento. Yo sabía volar tan alto como tu, libertad, yo sabía querer que todo me apareciera perfecto, y lo tuve todo y lo deguste placentero, me supe en el cielo y en la navidad y en un verano eterno. Y no fue así y se me acabó lo incompleto, no era para mí, no llegó a su tiempo. Lo muy poco que quedó de mi corazón lo defendí con recelo, lapidado, herido casi hasta la extinción, cerré mis brazos despacio y me protegí completo. Reviví mi corazón gracias al tiempo. Me quedó claro que siempre quise vivir, aun conjurando, aun entre las piedras de una nublada razón que finalmente se convirtió en encierro. Lo cerré tan fuerte que no lo dejo salir sólo para protegerlo.
Prisionero estoy, guardado en la celda de no saber cómo decir lo que siento. Formulando hilaciones de palabras, esquivando todo lo que se me presente nuevo. Tengo miedo de soltar todo lo que siento por ti, libertad, que me llegas a manera de amor, que te enseñas a mis ojos como lo más bello. Yo, atrapado por mis propios desencuentros, atropellado por lo que no soy, no puedo encontrarme, no se cómo se viven las cosas fuera de mi encierro. Olvidé hasta decir lo que se pueda decir, lo olvidé por completo.
No se, libertad, explicarte como gusté de probar tu mundo, tu y nadie más me provocas salir de mi encierro, tu que me llegaste como en un sueño. Por que cada que te pienso, cada que cierro mis ojos y estás en ellos, me sé un hombre nuevo. Bríndame, libertad, mi albedrío de nuevo. Acércate como anoche, despacio, a tiempo, suavemente abre la cárcel que son mis brazos y dejame abrazarte por completo, dejame sentir, violentamente, tus besos. Viveme con paciencia y fe, que te ruego, desde lo más profundo de mi cárcel lo prometo, la llave de mi tiempo eres tu, tu eres el sol que yo veo aquí dentro.