martes, 16 de noviembre de 2010

17-11 (The Lovers Promenade)

17-11

Every year, in my life, there’s a night in which my mind manages to travel through the mist of time. That night, tonight, takes my spirit into a joyful moment, to one of the most precious memories I can treasure, to the very meaning of love and happiness. As I have neither means nor ways to say a simple thank you, let this perhaps, easy journey, to explain what I felt that evening when you became a little more than everything to me. You and me, pictured in that very evening, is the recurring valuable gift that I await for every November the 17th.

No hay mejor historia de amor para la memoria que la primera, la que no se puede olvidar, la que marcó nuestra manera de proceder, de sentir, de saber cuándo es que uno quiere a alguien, cuándo uno quiere sin juzgar. Esta fecha en particular me significa un recuerdo extraordinario, una sed de pasado, de lo elemental. Hoy hace veinte años me sabía verdaderamente enamorado y por ello, simplemente, supe tu vida en la mía como elíxir. Por ese magnífico estado emocional tu vida trascendió y trasciende lo suficiente en la mía como para hacer de unas palabras un sencillo homenaje a esa extraordinaria mujer que eras, por que me supiste llevar de lo llano a lo puramente emocional, me hiciste saber que estar enamorado mueve mi mundo, me llevaste como soñando al sentimiento más auténtico, a lo fundamental. Éstas líneas son para ti, dondequiera y con quien estés, deseando siempre que recuerdes esa tarde como yo lo hago. Por la alegría que me trae tu recuerdo. Veinte años no es nada…

No sé si fue mayo o junio pero me la recuerdo en noviembre por que éste es tu mes y si te es sagrado me es sagrado al fin. Habríamos, a la usanza de la época y atados a las modas siempre pasajeras, intercambiado nuestros relojes un par de días antes. Habríamos gastado la baquelita de los teléfonos, por las horas que pasábamos hablando de cualquier tontería, de lo cotidiano diario, de lo que me representaba quererte tanto, siempre quererte más que a mí. Habríamos quedado en vernos, poco antes del rendez vous, de la gran fiesta, del gentío, de la masa social que nos rodeaba todos los días gritando una historia imposible pero cercana al universo por su carácter irremediablemente fantástico. Por que me era fantástico saberte, me era indescriptible lo que sentía por ti. Habríamos, pues, delimitado la cancha, el terreno, el lugar, no así el momento ni la magia ni lo que se quedaría pendiente, ni lo que podríamos recordar. Habríamos pactado tácitamente no mirarnos sino hasta el final, esperar que los momentos de socialización se comieran la tarde y al mundo y a las miradas poco amenas que tendríamos que soportar. Habríamos hecho tantas cosas que no hicimos por que era mejor mirarnos, pensarnos y saber que alrededor giraba un mundo pero en su centro giraba el más profundo de los enamoramientos, el mío, el nuestro quizás. Por que te sabías la dueña de un universo, el tesoro más sagrado de un corazón embriagado de ganas de amar, de una mente intranquila, deseosa de pensarte más horas de las que tuvieran los días, de un corazón bombeando sangre destilada en tu eterna estampa en sí tatuada por el mero hecho de haber encontrado nuestros karmáticos caminos. Causa y efecto, al fin, algo pasó esa tarde que te grabó en mi alma y cada que toco esa cicatriz devengo en lo indescriptible, lo pujante de un chavo de quince años descubriendo lo más grande que se puede sentir en la vida, descifrando un carácter, desprendiéndose de su propio orgullo sólo por amar a alguien más allá de lo que se puede, propiamente, amar.

Nos encontramos cerca de las tres. Quise encontrarte antes por que me desparramaba por decirte lo magnífico que me resultaba saber que me casaría contigo tantas veces como fuera necesario, ese día o todos los días que sobrevinieran al idilio, al estado de infatuación que vivía. Quise encontrarte antes pero me demoré escogiendo la colonia que hube de vaciarme para tener un olor inolvidable, la chamarra que me guardara de la lluvia y que pudiera abarcarte al abrazarte, mis mejores jeans, camiseta blanca y botines; me tardé en peinarme, en fumar un cigarro a escondidas, en caminar hasta la escuela, en saludar a los amigos y en recorrer los puestos, analizando con sumo detenimiento el proceder de quienes habrían de atestiguar la más benigna de mis tardes. Sabía bien que me guardaría esa tarde en lo más profundo de mis sentimientos y la preparé divina por que así acabó siendo. Te encontré casada, como en tu cuarto matrimonio, con demasiados muñequitos de peluche que tus maridos te habían regalado, te invité tu divorcio y te rogué, tantas veces como fue necesario para casarnos, te resististe, te molestaste, te carcajeaste de todas las ocurrencias que te contaba y fue tanto lo que nos divertimos en el jaleo de los amoríos que después de un algodón de azúcar y unos vasitos de insípido ponche de cubeta, te quitaste todos los anillos, me miraste como nunca nadie me había mirado y me llevaste al registro civil para casarnos. Y nos casamos, de mentiritas, de kermesse. Y me sentí soñado. Pero se trataba de juzgar y jugar, se trataba de divertirse y entre broma y broma tus amigas te hicieron coco-wash y nos divorciamos, y nos carcajeamos por saber que todo era un contrato de adhesión bizarro. Y nos volvimos a matrimoniar y nos acabamos mi dinero en los juegos de azar y pedí prestado. Se nos volaba la tarde en la fila de los pepinos enchilados, los sándwiches, las espiropapas y los algodones de azúcar. Y te supe para siempre en mi corazón.

Nos guardamos de la lluvia al caer la tarde-noche. Asimilamos el tiempo y nos abrazamos. Saqué de mi bolso a hurtadillas un paquete de cigarros y fumamos, escondidos, a sangre y fuego que compartimos, reíamos tanto que de un momento a otro no supimos que hacer por decirnos hasta el hastío lo mucho que nos pensábamos que terminamos abrazados. Te regalé un cassette que te había preparado con las canciones que tanto gustábamos, con los temas que de sólo escucharlos te me vienes a la mente, a la fecha, como recuerdo sagrado. Tomaste mi mano, con fuerza, como queriendo no desprenderte nunca de ella. Te juré amor eterno, te dije el cielo y más y te hice poema. Cuando al fin cayó la lluvia, tu y yo abrazados. Habrá sido cosa de una hora sin saber cómo seguir sino cerca de nuestros labios. No sabes cómo, ni cuánto, quise besarte pero apenas nuestros labios se rozaron escuchaste tu nombre, a la distancia, y saliste corriendo en la lluvia y me quedé helado.

Esa noche caminaba, ensopado por la lluvia, hacia mi casa; me detuve en la papelería de la esquina y compré un cuaderno. Lo llené de palabras que trataban, de alguna forma, de explicar lo que se me quedó de ese día y tantos otros que vinieron a nuestras vidas. Lo llené de mis mejores versos, de los más emotivos encuentros. Esa tarde, en que nuestra escuela se convirtió en gozoso promenade, se guardó en mi mente, se escribió en mi alma. Esa tarde me regaló el saber que por ti me llegó el don de la palabra.

No sé cuándo fue la última vez que nos vimos. Quizás eras tu en una vía de servicio de una caseta de la carretera de Guadalajara, ésos ojos no se pueden olvidar. No importa acaso. Tu recuerdo para mí es más que una kermesse o un segundo o un encuentro casual. Tu recuerdo vive enmarcado dentro de mi definición del amor y eso es lo más importante. Brindo buenos minutos de todos mis 17-11 para ti.

As hollow as it may be, as shallow as it will be read, this insightful journey remains the most expected and treasured memory I can hold. I still keep my promise, that one of calling you (now in my memory) every single year. Let this be your birthday present.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Night Jessamine


Ella llegó y me despertó, arropada en nocturno perfume, me recordó lo que quiero saber de la noche y en simple español confesé la tragedia pero no la curación.

“Días de incendio los que viví. No los he de contar. No los voy a sufrir. Sufrí al calcinarme, ante supina ignorancia, ante la más salobre salación, ante un deseo irrestricto de contagiar la desgracia; entre llamas y fatua sinrazón. Venido de pronto, repentino, fuego mortal encendió mi alma y la consumió por recuerdo, por semejar paz, por infamia; fuego amigo, fuego al fin, morí en los fuegos de Torquemada creyéndolos salvación.

Ya polvo, abrí mi mente para encontrar mi retorno, millares de piedras formadas frente a mi, en la muralla divina donde te conocí, de mañana, respirando profundo para revivir. Místico bastión, lugar de dioses, en plena altura me hizo mirar redondo para encontrar una nueva armazón. Nada había cambiado desde que te conocí, nada del tiempo fue malo por que aprendí a existir. Del polvo tomaste mi vida para revivir. Y en mis manos las tuyas y la paz llegó; y sé lo que quiero; y en el cielo el conejo y lo busca el girasol. Hueledenoche, perfuma la propia forma de pedir perdón. No soy yo quien lo cuenta sino una canción. Sólo soy yo quien revive por que soy de cenizas de amor. Espiritual, enciendes con palabras y emoción. Ven y toca mi alma y haz de mi un corazón que bata a tu ritmo, a la par de tu pulsación. Tócame con palabras, ármame de tu perfume y enciéndeme alado como ave Fénix, como ángel volador.“


Ahora aspiro profundo y vive en mi mente; en recuerdo, un perfume, en mi espíritu su explosión.

lunes, 4 de octubre de 2010

Grácil


Entre piedras rojas y plafones austeros, entre falsos muros, en falsos recelos; en un mundo obscuro, en volátil cuerpo, éxtasis en silencio, dominio y asiento. Para cuadrar el viento expongo demencia y los daños que embrujan por narrar deseos. Sin embargo, mido mis impactos y excuso mi objeto gritando al cielo, ¿cómo no estás tu para cambiar mi tiempo?, ante nuevas calzas arrepiento en serio por volver en brillos, por cambiar mi tiempo; en motivos claros se profesa en velos y contemplo al aire erosionar mis sueños, meditando a ciegas te veré en mi alma con tus ojos bellos, rozarás mi espíritu al tornar mi derredor, -gozando en vuelo-, y te darás un tiempo al escuchar mis versos que no son más que reflejo de tu grácil conducta y de tu ser entero.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Reincarnation


Friend or foe?, I Don’t know. Friendly fire show itself in a deadly fashion. Now, as I recall, everything came as no surprise for my former self. I just standed right there, expecting the truth and an explosion of silence threw my soul to the unknown. Suddenly, my body arise from what once was the most beautiful fantasy ever to be imagined. Every part of it was intact, but my heart. Nonchalance shrapnel tore through my chest and pulled it apart. Silence, my love, silence has many opportunities to pierce anyone’s vital organs.

Dejo ir para perdonar mi alma. Brindo paz, ciego amor, regalo la nostalgia. Lo perfecto que tomó forma humana se humanizó. Quedaron la noche y los párpados para revivir lo magnífico que fue y pudo ser.

Dejo ir y me quedo lo extraordinario, lo que por constante alegría es para los demás inimaginable. Queda mi mente, nada más y lo que en ella endulzaste, queda un juego de espíritus indescifrable. Indescriptible por perfecto.

Cuando esta noche se apague con la silente fiesta de la nocturnidad, cerraré mis ojos para perdonar al tiempo que nos confundió, que no supo distinguir entre el idilio y el momento. Nada de lo que pasó fue incorrecto, son reacciones buenas y malas, unas del alma y otras del cuerpo. Y el cuerpo nunca calla por que necesita aliento y si se acaban sus fuerzas las reclama al viento.

Eso que viste muerto, eso no soy yo, es un fardo que tomó mi forma en secreto. Es el apego y el destiempo, es la vida muerta que quedó cuando se acabó el sueño. Yo me desprendo y recurro en nueva vida y nuevos ejemplos. Me dejo llevar por el camino que siga el perfume de la felicidad y los mejores recuerdos. Egoísta que soy, me llevo en el alma lo mejor de cada vida y lo guardo muy dentro.

Dejo ir por que la paciencia despierta.

Nada que perdonar ni decir cuando se queda en el alma lo bueno.

Dejo ir. En paz. A tiempo.

Sudden soul search ended up in the death of the dialogue. Love was freely given as the gift of concientious freedom. Any sort of afterlife that may arise will bring back every joyful moment of this brief encounter. Love may not come back. Now, as I let go, I find everything as a certain path to my body’s debris. What was deadly shrapnel is now merely dust in the ground, pellets in the playground. There’s nothing but a heart to be recovered. Friendly silence spreads my wings!

domingo, 12 de septiembre de 2010

Renuncia


Llegó confuso y lanzó su historia al vacío. Esa y varias otras tardes renació. Y como revivió, tomó palabras de todos los universos y cada vez que abrió los ojos, todos los idiomas leyó, todos, menos los de un corazón que de antemano lo mató. Recurriendo, murió a latidos como por redundante error; tantas veces como vidas vivió, la tragedia del corazón lo encontró, lo empujó al vació, lo balaceó; lo mató por costumbre tantas veces que la misma constante replicó deforme, tanto como el reencarnó.

Supo derretir su alma tantas veces como murió, porque murió con cada palabra, con cada silencio y hasta por la sinrazón; murió con el tiempo y con la ausencia y con cada esquivo momento; pero todas esas veces murió de amor.

Antelando a la tarde aciaga de un sarcástico reencuentro, a sabiendas de su disfuncional circuito, optó por retar al destino, prefirió recrear algo diferente, degradante acaso, y de golpe se suicidó.

Sólo la noche sabe si esa muerte lo perdonó…
http://www.youtube.com/watch?v=UjUmQRrPN9I

sábado, 21 de agosto de 2010

Te dejare pensar


Será cuando tú quieras, por que empezará por ti, o para ti. Te haré pensar para tomar tu mano, tirar firmemente de ella y tomarte por la cintura, abrazaré más fuerte para hacerte respirar profundamente, te besaré en exquisito silencio. Me abrazarás con fuerza, cual si no quisieras dejarme ir. Yo, gustaré del sabor de tu boca, combatiré tus ansias con mis manos, apretaré un poco, lo haré más fuerte cada vez y jugaré con tu paciencia mordiendo tus labios. Sabré que lo disfrutas porque aguardarás a tu quijada acomodar. Llegará un respiro, gozaré de tu aliento y buscaré tu perfume. Respiraré de tu cuello y volveré para buscar tus ojos perderse en los míos. Te besaré más fuerte. A vuelta de un suspiro gozaré de tu sonrisa y jugaré a bailarte, con las manos a girar y analizar tu cuerpo. Provocaré mis manos a saber más, mis dedos bajo tu ropa, siguiendo tu contorno. En intrépida secuencia, aprenderé tu gusto con mi tacto, instándote a adoptar caricias, entrelazaré nuestras manos, izquierda a derecha, un paso más y volver a abrazar, un poco menos y me podrás tentar. Nuevamente tu perfume, provocado, decido morder tu cuello lentamente, delicadamente, aplicando de vez en vez un rasguido, un breve pellizco de mis dientes en tu cuello, voy a más. Porque al sentir tu mano en mi pecho me aventuro a tu esencia. Dejándome llevar, acaricio tus senos con mis dedos, dejo atrás el sostén, dejo a mis manos curiosear por tu pecho al tanto de besarte cuidadosamente. Una vuelta más y liberar tu torso, a media desnudez me dejo llevar por tu sonrisa para quedar en igualdad de circunstancias. Tus dedos rozan mi espalda y, de vez en vez, rasgan hasta aligerar mi respiración. Entrado en amor, decido dejarme ser jugado por amagos de besos y pequeños roces de labios, invitándome a seguirte hacia el diván. Sentada en mi pierna me dejas sentir tu calidez, la excitación a más, en la certeza de cualquier movimiento, aprieto tus senos para besarlos delicadamente. Un poco morder, un poco seguir tus pezones con mi lengua, nada igual sin volverte a besar y seguir a tu instinto. Una vez tú, una vez yo. Jugando a provocarnos, jugando a querer ir más allá, no más cinturón para mí, no más amagos hacia ti, mi mano en tu sexo, me abrazas fuerte, tus senos rozando mi pecho, me acabo el perfume en tu cuello, muerdo el lóbulo de tu oreja y respiro profundo, cada vez más cerca, cada vez más alrededor de la fusión, un poco más de juego antes de la desnudez. Ya desnudos me acerco para gustar de tu piel, paso a paso, recorro tu cuerpo con mi lengua, tu pie, tu pantorrilla, tu muslo, tu cadera, tus senos, tu cuello, despacio al regresar. Me detengo, busco tu sazón, encuentro ansioso tu sabor, sabor a ti, un gemido, un rasguño fuerte en mi espalda hasta hacerme sangrar, te disfruto, sigo de menos a más, te dejo pensar hasta saberte en éxtasis, espero un segundo que parece eterno, tus manos juegan conmigo, me dejas saber qué quieres que siga. Te dejaré pensar mientras te gozo desnuda, te dejaré pensar de nuevo. Un segundo y tu mano guiando mi ser al tuyo, estoy en ti, vaivén, secuencia cadenciosa, juego y miradas absortas como si compitiésemos por mirar más adentro uno del otro, cual espectro, las ondas del vaivén se acortan, más intensidad, menos ritmo, más energía, voces cómplices de la pasión, tu piel salada y tu boca mordiendo mi cuello, más ataques en mi espalda, hasta sangrar, violencia, éxtasis, efluvio, humores. Beso profundo para cambiar deseo por amor eterno.

Esquirlas de champagne


Son tus perjumenes mujer,
los que me sulibeyan,
los que me sulibeyan,
son tus perjumenes mujer...

Llegó la contingencia, así le dicen aquí, así la conocerán todos aquellos que osen quererse ganar el pan combatiendo la elusión. Salgo de mi oficina cantando y me imagino tremendo humor, casi respirable, humor, al fin, de mujer. Camino hacia mi coche cantando, rockeando, como vulnerado por una carga emocional incomprensible pero insoportable también. Casi en grunge, nuevo ritmo me aproxima a la felicidad de la insensatez. Me es impropio acotar lo que siento, por que bien oler es sentir y el sentido mismo del olfato se recuerda como se describe. Los perjumenes me sulibeyan, me son prodigio también. Surge en mi la venganza de no tener y los perjumenes me sulibeyan. Irradia la sinrazón, la ignorancia, el desazón de tus perjumenes, mujer. Y me sulibeyan. Y como sigo caminando, sigo cantando, cuatro cuadras de Insurgentes, cuatro lineas adelantadas en una tonadita grunchera. Seventies child, world in my eyes y tus perjumenes me sulibeyan, mujer, ¿me escuchas?

No hace falta querer ver mi propio ser. No necesito ahora ver mi interior, sólo encuentro un resplandor de mi cuando recuerdo lo que me hace temblar el recodar tu aroma, que cuando no lo tengo me desespera.

Y cuando canto, camino y evado las rayitas de la banqueta, mi conciencia me secretea. Se evaporan mis ideas. Se llena de dulce la mar cuando vomita la marea. Se llena de ti mi espacio, por la nariz, cuando me sulibeyas. Se llena mi mente de ti cuando imagino los colores de las botellas de tus perjumenes, cuando imagino tu rostro en rocío y tu dulce aroma, mujer.

Y llego a mi coche, lo abordo. Respiro profundo pero es mi colonia la que lo perfuma, no puedo más recordar, no puedo más que encenderlo y escuchar el disco de Marvin Gaye que deje puesto en la mañana "Let's get it on..." Y sólo entonces, otra vez recuerdo, lo que me significas, lo que son tus perjumenes, mujer.

jueves, 19 de agosto de 2010

Giro eterno

Brilla en mi, Sol y vuelve mañana, cada día si es preciso, cada vez que surques mi cielo que es tuyo, Sol. Mira lo que haces de esta noche, miralo todo de color, mira cómo todo toma forma cuando vuelas a mi alrededor y dame vida, Sol. Girasol. Planta que soy te sigo y tu energía mueve mi savia, mi razón. Muevo gustoso mi ser hacia donde vayas, libremente, sol. Por que cuando cambiaste mi noche por dia, mi obscuridad por color, mi frio por calor, llenaste mi mente de emotivos momentos, recurrentes, gozosos, de emoción. Así me tienes jugando con la libertad de pensamiento y el saber de una vida mejor. Para que cuando se haga la noche recuerde tu brillo y tus ojos y cuanto quiero hacer latir más fuerte tu corazón. Ahora, con tus poderes, haz de mi cuerpo un templo, un icono, una forma geométrica de devoción. Mil voluntades que habitan mi mente te rinden adoración, como planta, como piedra, como humano que soy, ilumina mi vida, brilla en mi, Sol.

jueves, 12 de agosto de 2010

Fosforo


A partir de un sueño trajo la noche y me la brindó. Se escapó de pronto, en un día aciago, en un estigma, en un recuerdo malsano que la intoxicó. Yo le brindé mi mundo y mis versos, no pude más que dejarla tocar mis secretos. La convertí en mi día y mi razón, en alimento del tiempo, en sinónimo de la emoción. Efímera, a la siguiente noche me secó. Siendo hoja seca me dejo volar al destino, sopesando días, extremando cuidados para mi corazón. Y la dejo libre, me pierdo todo lo hermoso que me mostró. Me quedo con su recuerdo y espero, ansioso, que vuelva para siempre, sólo como se me apareció.

domingo, 1 de agosto de 2010

Blanco ciego


Prisionero soy, arrasto cadenas y nombres. En la libertad de un sueño, miré mi sol en tu mente; me vi rompiendo una noche; me supe dueño del tiempo, contigo. Pero arrastré cadenas, me volví a mi encierro embriagado por el miedo. En mi celda, guardándome de todo mal, pensé escuchar un secreto pero mi soledad y mi encierro, mi corazón entero, decidieron guardarse en el viento de la introspección y, como siempre, guardarlo todo en silencio.
Penosamente, fue mi encierro volitivo. Así lo quise yo, así se lo brinde a la vida, a mi vida, asi jugó mi pensamiento. Yo sabía volar tan alto como tu, libertad, yo sabía querer que todo me apareciera perfecto, y lo tuve todo y lo deguste placentero, me supe en el cielo y en la navidad y en un verano eterno. Y no fue así y se me acabó lo incompleto, no era para mí, no llegó a su tiempo. Lo muy poco que quedó de mi corazón lo defendí con recelo, lapidado, herido casi hasta la extinción, cerré mis brazos despacio y me protegí completo. Reviví mi corazón gracias al tiempo. Me quedó claro que siempre quise vivir, aun conjurando, aun entre las piedras de una nublada razón que finalmente se convirtió en encierro. Lo cerré tan fuerte que no lo dejo salir sólo para protegerlo.
Prisionero estoy, guardado en la celda de no saber cómo decir lo que siento. Formulando hilaciones de palabras, esquivando todo lo que se me presente nuevo. Tengo miedo de soltar todo lo que siento por ti, libertad, que me llegas a manera de amor, que te enseñas a mis ojos como lo más bello. Yo, atrapado por mis propios desencuentros, atropellado por lo que no soy, no puedo encontrarme, no se cómo se viven las cosas fuera de mi encierro. Olvidé hasta decir lo que se pueda decir, lo olvidé por completo.
No se, libertad, explicarte como gusté de probar tu mundo, tu y nadie más me provocas salir de mi encierro, tu que me llegaste como en un sueño. Por que cada que te pienso, cada que cierro mis ojos y estás en ellos, me sé un hombre nuevo. Bríndame, libertad, mi albedrío de nuevo. Acércate como anoche, despacio, a tiempo, suavemente abre la cárcel que son mis brazos y dejame abrazarte por completo, dejame sentir, violentamente, tus besos. Viveme con paciencia y fe, que te ruego, desde lo más profundo de mi cárcel lo prometo, la llave de mi tiempo eres tu, tu eres el sol que yo veo aquí dentro.

lunes, 19 de julio de 2010

Tiempo-Espacio



Entre la inmensidad agoté el tiempo. Todo se sucedió tan rápido que no pude comprender cómo fue que llegué hasta aquí, zona de paz, zona de sueños. Me quedé mirando un punto en el espacio, el iris de tus ojos, un agujero negro. Me transporté a otro universo, sin pensar, acaso sin quererlo. Todo me parece cercano, me aparece resuelto; nueva forma soy cuando pulsa mi corazón, como ente estelar, en esta extraña bóveda; todo me parece perfecto. Todo y nada se sucede pero, poco a poco, todo quiero saberlo. No se si caminar o dejarme volar, nada de lo que hago me viene a voluntad, no se cómo describir que todo lo veo hermoso estando aquí dentro. Quiero regresarme a mi realidad a verlo todo desde esta óptica, y no puedo. Extraño campo, magnético, me lleva y me trae mientras me pierdo en tus ojos. Sólo así me puedo explicar cuántas ganas tengo de adentrar mi vida y dejarla completa en el cielo que llevas dentro.
Yo, de tierra, no puedo más que quedarme perplejo. No soy más que lo que siento. Quiero adelantar la inmensidad al tiempo y, entre tantos mundos que llevas dentro, devenir en cuento. ¡Big Bang!, quiero llegar al centro; ¡quiero saber tanto como pueda este encuentro! Por que cuando puedo navegar lo eterno, me concentro, me convenzo: todo se ve hermoso aquí dentro, en tu universo…

domingo, 27 de junio de 2010

Quiromance


Frente al destino, algo que forjar. Lo conseguido y lo que vendrá. Toma mis manos despacio y comienza a leer, gitana, dime que no te amo, miente para comenzar. Muchas líneas dispar. Mis manos al frente se entregan a tu manera de interpretar.
Son terciopelo tus manos al acariciar, llevas mi vida en palabras protegidas por el azar, puedes hacerme un poema o discurso, o temblar, puedes hacer que la vida se envuelva en recuerdos, en ideas, en lamentos o hacia atrás. Tu mirada, cauta, esquiva estos ojos que te dicen más. Dime que nada es cierto, gitana, dímelo sin pensar.
Línea de la vida que ha de rondar, fuerte como venga, fuerte nada más, vigoroso encanto soporto y conllevaré; línea de la mente, larga para comprender. Educado al tiempo no puedo mentir, si lo dices lento me enamoro más, por mirar tu boca, al escucharte nomás; enséñame a leer lo que sientes, gitana, muéstrame la verdad.
Nada de lo que digas te creo, gitana, por que no me puedo dejar de enamorar, si tus manos al Monte de Venus, o si los hijos, o qué más da. Tu sabes avizorar, no por las manos, ni por los ojos o por mi forma de estar, sabes muy bien, magyar, que hace mucho que te veo y me provocas suspirar. Más que decírmelo todo, gitana, más si quiera que interpretar, sabes con tacto bendito todo lo que te quiero dar; para la noche una luna blanca y el aire y mi vida, para las tardes mi voluntad; mírame con verdad, envuelve tu vida en la mía, déjate idolatrar…

domingo, 14 de marzo de 2010

Juego de ti y de mi


No te pinta la vida en mí pero te recuerdo como lo más gozoso que habré de vivir. En una tarde de un jueves, con el altar que te serví, con las copas en el suelo y, sobre la mesa, flores de jazmín; como perfumando el tiempo con el aroma de la mañana en que te conocí. Así son las mañanas de abril, las tardes de mayo y las lluvias por fin.

En secreto me pido a gritos “¡no tomes más de mí!”. Tan impersonada en alma como encarnada en mí. Alada por las tardes simbolizas, ángel, un secreto a voces –de esas que escucho cuando sueño-, mi vida al fin. Así, tan despacio decido probarte cuando me pruebo a mí. Por que el tiempo aquí es secreto; viene y va para ti, huye y brinda para mí. Me hago tuyo cuando me hago parte de ti y despierto del sueño-juego de ti y de mí. Y estás aquí. Y te contemplo. Y estás más aquí.

Eres todo lo que no conozco y lo que no conozco de mí. Y sigues aquí, en mi mente, en mi espacio, en mis ojos cerrados y la lluvia parca del verano cuando devienes en mi mente, en el secreto sordo al dormir y en su despertar aciago y en queriéndome volver a dormir; para tenerte más cerca, sueña mi tiempo contigo y para ti.

El amanecer, la tarde, el sueño, el aire; todo eso se me significa por ti. Todo tuyo así soy; todo tuyo he sido esperándote mesiánica, todo tuyo seré sabiéndote eterna. Así juego del tiempo juega conmigo y de mí. Despierto y duermo con el sueño de ti y de mí. Como ahora que te amo, amé y amaré, este segundo eterno va y viene y para siempre me hace feliz, todo siempre como mañana de abril.

Hoy te pinta la vida en mí; bríndate mi sueño, juega con mi juego y, cuando regreses, hazte parte de mí.

lunes, 22 de febrero de 2010

Pic-nic


Mil cerezos te regalé esa tarde. Galería de otoño para los demás. Se arrastró mi vida en tus manos y la paleta de colores que fue ese espacio acabó por permear. Se metió el paisaje a tus ojos, hasta más allá. Intenté fugarme, para contemplar. Me atrapó tu vista, me agarró tu forma de observar; y se metió el paisaje y la niebla y la nieve en tus ojos, como por impulso, como para ahondar. Yo metí mi vida en un grito, yo guardé esa tarde para amar; yo te ví buscando lo que fuera verdad.

Comenzó para soñar. Te encontré de madrugada, a la vera de tu hogar; quinientas millas para andar. Aplanamos el rumbo y el norte mientras te veia dormitar; acaricie tu pelo y tu mano y tu mente para arrullar. Manejé el momento y el auto y la irrealidad. Comenzó soñando por que se hizo para soñar.

Escogí un lugar que pareciera eterno y decidí aparcar; tome las flores y la canasta y las mantas para acampar. ¿Cuántas veces dije amarte sin hablar? Dije lo que quise decir por que no había más que saber estar. A tu lado se volaba el tiempo y parecía escurrir, a tu lado apareció esa vida para compartir. Y ahogamos el silencio al conversar, desprendidos, sabíamos hacer una nueva realidad, con palabras, con ejemplos, con el saber platicar. Toma y daca, los piropos nos surgieron así, nomás. Cuando la tarde pintó la escena, me volteaste la cara, me sorprendiste, me comenzaste a besar. Se convirtió en eterno el lugar; mil cerezos a nuesro lado te regalé, guardé mil palabras para decirte por que no había porqué y nos abrazamos tanto que nos fundimos en el pasto como fusionándonos con el lugar, para dejarlo eterno en nuestras almas al saber ahondar.

Cubierto de tí te descubrí, mujer. Entré a tu alma por tus ojos, como en el reflejo del paisaje que nos vió adentrar y me guardé en tu alma, un segundo nada más y solté el grito que tanto guardé: "te amo" con fuerza, Te amo mil veces grité, en tu alma, enmedio de tu ser. Y me salí a mirar, me salí del trance para hacerlo realidad. Te besé despierto, te besé soñando y amarré tu cuerpo con mis brazos. Y así como el paisaje nos pintó paradisíacos, así guardé esa tarde para siempre, para cuando tuviera aun más ganas de quererte.

Ahora que me pides que te cuente mi verdad, deja escapar en tu alma mi grito, deja insondables mis palabras por piedad. Vive mi voz contigo. Vive para soñar. Que no se pierda en tu mente lo que sembré en tu alma cuando me dejaste entrar.