lunes, 1 de noviembre de 2010

Night Jessamine


Ella llegó y me despertó, arropada en nocturno perfume, me recordó lo que quiero saber de la noche y en simple español confesé la tragedia pero no la curación.

“Días de incendio los que viví. No los he de contar. No los voy a sufrir. Sufrí al calcinarme, ante supina ignorancia, ante la más salobre salación, ante un deseo irrestricto de contagiar la desgracia; entre llamas y fatua sinrazón. Venido de pronto, repentino, fuego mortal encendió mi alma y la consumió por recuerdo, por semejar paz, por infamia; fuego amigo, fuego al fin, morí en los fuegos de Torquemada creyéndolos salvación.

Ya polvo, abrí mi mente para encontrar mi retorno, millares de piedras formadas frente a mi, en la muralla divina donde te conocí, de mañana, respirando profundo para revivir. Místico bastión, lugar de dioses, en plena altura me hizo mirar redondo para encontrar una nueva armazón. Nada había cambiado desde que te conocí, nada del tiempo fue malo por que aprendí a existir. Del polvo tomaste mi vida para revivir. Y en mis manos las tuyas y la paz llegó; y sé lo que quiero; y en el cielo el conejo y lo busca el girasol. Hueledenoche, perfuma la propia forma de pedir perdón. No soy yo quien lo cuenta sino una canción. Sólo soy yo quien revive por que soy de cenizas de amor. Espiritual, enciendes con palabras y emoción. Ven y toca mi alma y haz de mi un corazón que bata a tu ritmo, a la par de tu pulsación. Tócame con palabras, ármame de tu perfume y enciéndeme alado como ave Fénix, como ángel volador.“


Ahora aspiro profundo y vive en mi mente; en recuerdo, un perfume, en mi espíritu su explosión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario